LA CULTURA ANDINA
en tanto cumplimentación horaria,
en tanto a responsabilidades.
Sabían que, por ejemplo la noche,
no era tiempo para buscar sus plantas medicinales,
pues la noche es el momento en el que las plantas "respiran",
y los animales descansan.
De esta manera los mapuches aprendieron
a respetar los tiempos de la naturaleza,
con la quietud que eso conlleva.
Heredaron el respeto de pedirle el permiso a la selva
para entrar en ella en busca de alimentos,
y hierbas curativas.
Sin estas modalidades, para su creencia,
las plantas, no sólo, no brindaria las propiedades medicinales al enfermo,
sino que dejaria escapar al animal una y otra vez,
dejándolos morir de hambre.
"Desde niño el legado ancestral fue
ser cuidador y responsable
de absolutamente todos los seres vivos",
afirma integrante de la comunidad, y
recuerda que de niño su abuela lo llevo a la chacra
y le dio una semilla de calabaza,
le enseño a remover la tierra,
a plantarla, regarla y cuidarla por sobre todo,
porque ella era al igual que él, un ser vivo conciente.
Su forma de producción comunitaria logró
que el mundo andino no conociera
la desigualdad, y la pobreza
en términos de soberania alimentaria.
En aquellos tiempos, todo era energía, cosmos, quietud.