sábado, 31 de octubre de 2009
Hoy martes fue muy necesario volver a charlar el tema del agua. Estamos al tercer día del campamento y el aljibe y el tanque de agua que la municipalidad cargo solo para nosotros están a menos de la mitad. Empezamos entonces a reflexionar y a tomar conciencia de la gravedad de la situación.
Ahorramos ahora de la siguiente forma: El agua del aljibe podía ser utilizada para lavar y lavarse. La del tanque supuestamente “potable” , potable solo disuelta en jugo ya que es insalubre el gusto a lavandina que tiene, puede usarse para tomar y cocinar.
Usamos un balde para higienizarnos todo el cuerpo aproximadamente 4 o 5 compañeros, y con esa misma agua para tirar en los inodoros. Entendimos que acá no se puede desperdiciar, entendí que no solo acá sino que ya no se puede desperdiciar.
El agua es un recurso finito y nuestra política es aun más finita. La gente de chaco ya no soporta una mentira más. Ellos oyen decir a nuestra presidenta la cantidad de plata invertida en la pcia. pero ellos siguen en las mismas condiciones.
Perseveran se abrazan a su fe y a sus raíces, entienden que no es la solución abandonar esta tierra tan suya y de sus antepasados.
Entienden, no son ignorantes como muchos dicen, como oí decir a tantos antes de llegar y conocerlos. Son sabios santos de su tierra. Se abrazan a la madre con sus pies descalzos. Ese es su rezo, su fe.
Entender el agua como una necesidad básica, como un derecho y un compromiso de todos y todas. El agua,elemento escencial para la existencia de cualquier ser humano. Intento expresar de mil modos lo que se siente, pero es imposbile, pues horas de verborragia no alcanzarian para transmitirlo. Estoy quebrada. Yo los vi, vi como caminan hasta 30 km con sus carretillas y botellas vacías, bidones y recipientes. Llegan descalzos y nos miran con extrañeza, nos observan. Saben que hay agua y vienen de lejos, caminando o en bicicleta al rayo del sol chaqueño que arde y curte.
Me destroza el corazón ver como lo sufren, como nuestras políticas descuidan a sus ciudadanos hasta el abismo de la vida y la muerte.
Compartimos el agua del aljibe con muchos habitantes ya. Preocupa las condiciones en las que vamos a estar el jueves si no empezamos a disminuir el consumo de agua.
Creo que no todos lo comprenden aún. Y es mas la sed que se siente, que el hambre.
Por Julieta Rigali
Ahorramos ahora de la siguiente forma: El agua del aljibe podía ser utilizada para lavar y lavarse. La del tanque supuestamente “potable” , potable solo disuelta en jugo ya que es insalubre el gusto a lavandina que tiene, puede usarse para tomar y cocinar.
Usamos un balde para higienizarnos todo el cuerpo aproximadamente 4 o 5 compañeros, y con esa misma agua para tirar en los inodoros. Entendimos que acá no se puede desperdiciar, entendí que no solo acá sino que ya no se puede desperdiciar.
El agua es un recurso finito y nuestra política es aun más finita. La gente de chaco ya no soporta una mentira más. Ellos oyen decir a nuestra presidenta la cantidad de plata invertida en la pcia. pero ellos siguen en las mismas condiciones.
Perseveran se abrazan a su fe y a sus raíces, entienden que no es la solución abandonar esta tierra tan suya y de sus antepasados.
Entienden, no son ignorantes como muchos dicen, como oí decir a tantos antes de llegar y conocerlos. Son sabios santos de su tierra. Se abrazan a la madre con sus pies descalzos. Ese es su rezo, su fe.
Entender el agua como una necesidad básica, como un derecho y un compromiso de todos y todas. El agua,elemento escencial para la existencia de cualquier ser humano. Intento expresar de mil modos lo que se siente, pero es imposbile, pues horas de verborragia no alcanzarian para transmitirlo. Estoy quebrada. Yo los vi, vi como caminan hasta 30 km con sus carretillas y botellas vacías, bidones y recipientes. Llegan descalzos y nos miran con extrañeza, nos observan. Saben que hay agua y vienen de lejos, caminando o en bicicleta al rayo del sol chaqueño que arde y curte.
Me destroza el corazón ver como lo sufren, como nuestras políticas descuidan a sus ciudadanos hasta el abismo de la vida y la muerte.
Compartimos el agua del aljibe con muchos habitantes ya. Preocupa las condiciones en las que vamos a estar el jueves si no empezamos a disminuir el consumo de agua.
Creo que no todos lo comprenden aún. Y es mas la sed que se siente, que el hambre.
Por Julieta Rigali
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