Ana María Pereyra, pertenece a la comunidad Qom asentada en la ciudad de Rosario, llegó a los 12 años con su familia de Roque Sáenz Peña, pcia. del Chaco.
“¿Uno se pregunta que hacemos
en las grandes ciudades?”
(Me dice y bien comienza la charla, y se cubre bajo risas y un aire de misterio). La pregunta me retumba. Any es una mujer adulta, y aborigen, es alta con la característica tan bonita del peinado al medio, pelo negro y bien lacio, sus pómulos tan marcados, la sencillez de una mujer en lucha.
“Llegué a Rosario, por el atropello, por pensar diferente, comer diferente, y ser diferente, por supuesto, habíamos sido catalogados como rebeldes”.
Me cuenta con desnuda desfachatez y parece tenerla bien clara, habla de números, leyes, artículos, se mete de lleno en la constitución, en el sistema jurídico, habla de refundar el estado argentino.
Any es la corresponsal del pueblo Qom rosarino en el Chaco, y forma parte de OCASTAFE (organización de comunidades aborígenes en la pcia. de Sta. Fe), parece saber en materia de ley. Afirma la persistencia étnica y cultural de
los pueblos originarios en Argentina, y se enorgullece de eso, sin embargo dice que aunque han avanzado, no lo han hecho a pasos gigantes y que en la ejecución a la ley le falta efectividad. ”Al estado no le pedimos nada si a los gobernadores, queremos la entrega de la 23.302” . A cada instante voy descubriendo los rasgos de Any, mientras habla va cobrando fuerza hasta hacerse casi temible, casi capaz de todo por defender la biodiversidad, la cultura, la identidad, la lengua.
La 23.302, es la ley argentina de restitución de tierras. Las comunidades aborígenes, son milenarias, los ancianos fueron transmitiendo todos sus conocimientos de boca en boca, hasta hoy. Una comunidad es una cosmovisión, una forma de organización.
“El estado argentino es monocultural, nosotros
luchamos por uno que sea plurinacional”